Las flores de Bach son unos remedios naturales que se utilizan para tratar diferentes estados emocionales, y entre ellos están las flores de Bach del miedo. Pero a veces hay confusión entre dos de ellas: Aspen y Mímulus. En este artículo te voy a explicar cuándo y cómo usar cada una para obtener resultados efectivos en tu tratamiento.

Imagínate que estás experimentando miedo, pero no puedes explicarlo con claridad. Ese es el momento de recurrir a Aspen. Esta flor está relacionada con la angustia y la ansiedad, cuando el miedo es abstracto y no se puede identificar una causa clara. Es como tener un presentimiento o una sensación de temor hacia lo desconocido, pero sin poder decir exactamente por qué. A menudo, las personas que sufren este tipo de miedo no hablan mucho al respecto.

Por ejemplo, podrías sentir miedo a la oscuridad, a la muerte o al futuro, sin poder señalar una razón específica. En estas situaciones, Aspen puede ser una gran ayuda para superar ese miedo abstracto y encontrar alivio en tu angustia y ansiedad.

Por otro lado, Mímulus es perfecta cuando el miedo es concreto y está relacionada con cosas específicas, como objetos, animales, personas o eventos. En estos casos, a menudo se teme sufrir daño mental, emocional o físico, y se tiende a evitar lo que desencadena ese miedo.

Imagina que tienes miedo a la muerte (aspen), pero lo racionalizas y lo concretizas en algo específico, como el miedo a sufrir una enfermedad terminal (mímulus). También puede ser el miedo al futuro (aspen), concretizado en el temor a no llegar a fin de mes (mímulus). Estos miedos específicos se pueden abordar eficazmente utilizando Mímulus.

Es importante tener en cuenta estas diferencias al elegir el remedio de Bach adecuado para tratar el miedo. Tanto Aspen como Mímulus son herramientas poderosas para superar diferentes manifestaciones de miedo. ¡Así que no dudes en utilizarlas según tu situación! Recuerda que siempre hay una flor de Bach que puede ayudarte a encontrar la serenidad que necesitas.