El dolor articular es un malestar que afecta a numerosas personas en diferentes etapas de la vida. Cuando las articulaciones duelen, se hinchan o se deforman, puede generar dolor y limitar la movilidad. La complejidad del dolor articular puede tener diversas causas, y su abordaje requiere una visión integral que considere tanto los aspectos físicos como emocionales.

Entre las causas de provocan el dolor articular se encuentran las lesiones y traumatismos, que sin una recuperación adecuada y eficaz, pueden dañar las estructuras articulares y provocar dolor crónico. Los malos hábitos posturales y la sobrecarga también pueden desencadenar molestias articulares a lo largo del tiempo.

Además de estos factores físicos, la medicina china considera la influencia de factores climáticos como la humedad, el viento o el frío, que pueden invadir el cuerpo y desequilibrar la energía vital. La humedad tiende a acumularse en las articulaciones, y estar expuesto a un clima excesivamente húmedo puede generar dolor, hinchazón y deformación en las articulaciones.

Consumir alimentos fríos, harinas refinadas, azúcar, lácteos y procesados en exceso también puede contribuir a acumulación de humedad en el cuerpo. Estos alimentos, especialmente cuando se consumen en cantidades excesivas, debilitan la digestión y el metabolismo, generando una acumulación de humedad y flema. Con el tiempo, esta flema puede depositarse en las articulaciones, causando inflamación, hinchazón y dolor articular.

Asimismo, la individualidad de cada persona, incluyendo diferencias constitucionales y emocionales, también puede influir en el desarrollo del dolor articular. Por ejemplo en el caso de una persona con un carácter inflexible y rígido, cuando nos aferramos a creencias inflexibles, generamos una tensión emocional que se traduce en tensión física en el cuerpo. Esta tensión acumulada puede afectar el flujo de energía y la circulación sanguínea en las articulaciones, provocando rigidez y dolor.

La Osteopatía, la Acupuntura, las Flores de Bach y el Shiatsu son enfoques terapéuticos complementarios que pueden contribuir a aliviar el dolor articular.

LA OSTEOPATÍA BIODINÁMICA se centra en restaurar el equilibrio y la movilidad del cuerpo, lo que puede mejorar la función articular.

LA ACUPUNTURA, mediante la estimulación de puntos específicos, ayuda a liberar energía bloqueada y promover la circulación, lo que reduce la inflamación y el dolor en las articulaciones.

LA TERAPIA FLORAL DEL Dr. BACH con sus propiedades naturales, pueden abordar aspectos emocionales y mentales relacionados con el dolor articular. Por ejemplo, si una persona tiene un carácter inflexible y rígido, ciertas flores de Bach, como Vine o Rock Water, se pueden recomendar para ayudar a abordar estas características y fomentar un mayor equilibrio emocional.

EL SHIATSU, a través de la presión en puntos clave del cuerpo, estimula la energía vital y favorece la relajación, lo que puede disminuir la tensión muscular asociada al dolor articular.

En ACUPUNTURA POBLENOU sabemos combinar estos enfoques, con la cual se puede promover un alivio integral y holístico del dolor articular, abordando tanto los aspectos físicos como emocionales del malestar.